martes, 15 de noviembre de 2011

... y el por qué de los zapatos


“When a woman asks me what I think of high-heels, I tell them to try a pair. If they can't see the magic then they should stick to Reeboks.”

Esta frase es del maestro de los maestros zapateros el gran Manolo Blahnik, y lo que viene a decir es que “cuando una mujer me pregunta qué pienso de los tacones altos, les digo que prueben un par. Si no ven la magia entonces deben pegarse a Reeboks”.

El segundo post de este intento de blog tenía que estar dedicado a mi otra gran pasión: los zapatos. Esos pequeños objetos que se cuentan por pares y que inundan los armarios de mi casa. Como bien dice mi hermano tengo la suerte de tener un número pequeño (el 35-36) porque en caso contrario, no sabemos donde los meteríamos.

Los zapatos son auténticos objetos de culto para mi. Es más, tengo un armario especial para los más especiales, allí están los que llamo “mis hijitos”. Miu Miu, D&G, Stuart Weitzman, Charles Jourdan y Marc Jacobs, entre otros, conviven en plena armonía esperando a ser lucidos en mis pequeños pies.

Pero esta no es la colección a la que más aprecio tengo, mi preferida es la vintage que he heredado de zapatos de mi madre, los mismos que usaba para pasearme por el pasillo de mi casa cuando tenía 6 años y que han resultado ser joyas que han resistido el paso del tiempo, y de las tendencias de moda.

Los zapatos son para algunas mujeres auténticas joyas. Como ejemplo pondré el caso de Imelda Marcos, la ex primera dama del Gobierno de Filipinas y la creadora del "Club de las Imeldas". Durante el mandato de su marido, Ferdinand Marcos, Imelda llegó a acumular más de 1.500 pares de zapatos...mientras, el país iba arruinándose más y más. Pero la aparición de Imelda en este post no es para juzgarla, sino para recordar que la primera adicta a los zapatos no fue Carrie Bradshaw (Sexo en Nueva York), sino que fue Imelda. Ella fue la precursora. Recuerdo que hará, aproximadamente, unos 15 años leí una entrevista que concedía a la revista Vogue en la que enseñaba uno de los cuartos en los que acumulaba y exhibía sus zapatos. Me pareció una genialidad. Hasta que yo misma decidí hacer lo mismo.

Voy a confesar un detalle que muchos de los que leeréis estas palabras ya lo sabéis porque lo habéis comprobado, pero otros aún no lo sabrán. Pues si, yo también tengo un cuarto para mis zapatos. A fuerza de luchar con mi familia conseguí hacerme con una habitación del Huerto de mis padres para instalar a mi familia zapatera. Mis padres tienen la puerta cerrada porque les parece una excentricidad, pero he de reconocer que en cuanto entro y huelo el olor a cuero y a plantillas, veo las hormas y los colores, y empiezo a probármelos, me siento como una niña con zapatos nuevos. Tal vez por eso, siga apasionándome tanto Lolita.

Merceditas, cuñas, alpargatas, botas, botines, chanclas, stilettos, mary jane's, converse,... Todo tipo de zapato tiene cabida en mi cuarto, eso si, los tacones van ganando terreno. Como bien me dijo una vez la gran Pilarín "ya tienes el gen del tacón", y así ha sido, pero bueno, en mi caso es mejor, ya que mi 1'57 cm de altura necesitaba una pequeña ayuda, y ¿qué mejor que los tacones y las plataformas para conseguirlo?

Para terminar, quiero recordar a Miuccia Prada, la heredera del imperio Prada, que en los años 70 dio un ejemplo de rebeldía y estilo al acudir a todas las manifestaciones que se producían en Italia montada en sus tacones acompañados por calcetines con blonda. En mi opinión, es el perfecto ejemplo de que el tacón no está reñido con la inteligencia ni con la revolución.

Ojalá guardáramos los prejuicios; todo iría mucho mejor.

4 comentarios:

  1. Tengo el honor de publicar el 1º comentario en tu segundo post. Creo. Yo que conozco bien a la amadora de zapatos puedo asegurar que yo he visto ese cuarto del que habla y también puedo asegurar que mi tarjeta de crédito lo sabe y muy bien. Quiero hacer mención a unas pequeñas pantuflas rojas que huelen a camello sin duchar y que nunca se ha puesto (por el tema del olor rancio que desprenden) pero que tienen un buen significado para mi y para ella. Son de Marrakets y por una vez no tienen tacón¡¡¡¡ Bravo por ti guapa. Te quiero

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  2. "Dale a una mujer el calzado apropiado y conquistará el mundo" No importa si quien lo dijo, Bette Midler, era una más del star life hollywoodiense... Lo que importa es que un tacón es mucho más que un zapato, es una forma de mirar de frente al mundo.

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  3. Hola, gracias por esa aportación Rosarito, me encanta :)
    Borja, sabes que mi cuarto está más lleno gracias a ti...
    Besitos a los dos

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  4. Ah, Rosarito, tu y yo conquistaremos el mundo con nuestros tacones...eso dalo por hecho :)

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