lunes, 21 de abril de 2014

Esas pequeñas cosas... (parte I)

Desde pequeña siempre han dicho que soy la niña de la sonrisa perpetua. Es más, desde bebé siempre estaba sonriendo (según dicen todos los que me vieron nacer y crecer), supongo que es porque soy una persona feliz, muy ingenua a veces, pero feliz.

A pesar de que en la vida a todos nos pasan cosas feas y pasemos momentos malos, creo que hay que saber afrontarlo y seguir siempre adelante, porque hay que disfrutar de todos los buenos momentos, y esos momentos no existirían si no los creáramos y disfrutáramos nosotros mismos.

Como decía mi admiradísima Audrey Hepburn "las niñas más felices se convierten en las mujeres más bonitas". Yo he sido una niña muy muy feliz, y ahora no sé si soy bonita, pero desde luego, me sigo sintiendo tan feliz como siempre!

Mr. B y sus besos
Y sigo con la sonrisa en la boca, sin querer, porque es un gesto mío de por vida; un gesto que desde bien pequeña me ha proporcionado unas arruguitas de expresión alrededor de la boquita pero que me gustan, porque sé lo que significan.

En fin, que lo que pretendo compartir hoy con este post son unas ´pequeñas cosas´ que a mi me hacen feliz y esbozar más sonrisas... y espero que a vosotros también.

Sed felices!!!

Besos,
maria,



La película ´El Graduado´y Dustin Hoffmann




Hacer crinckles de chocolate para comérmelas de una sentada
La colección de zapatos que hizo Manolo Blahnik para la Maria Antonieta de Sofía Coppola


Outfits de primavera... el sol ya esta aquí!!!

Llegar a casa y ponerme mis pantunflas con poms

Seguir viajando toda la vida a mis dos ciudades favoritas del mundo

Los lazos y mis zapatos versallescos con los que me siento una moderna Marie Antoinette

Tomar un té de los buenos con preciosas tazas de cerámica

mi papi, puro amor

mi mami, mi vida

disfrazarme con mis vestidos vintage

Pedir un café para llevar y engancharle el lazo que llevaba en el pelo

Aprender viajando

Estar con mis ´titis´ y no parar quietas


Para acabar, os dejo este enlace a otro "topicazo francés" con los que tanto me identifico...


viernes, 18 de abril de 2014

Ese ´je ne sais quoi´ que nos vuelve loquitas....

Hay veces en los que Mr. B. no entiende mis ataques de francesita loquita... normal... pero he encontrado en YouTube un vídeo que le he enseñado y del que me ha dicho: "eres tu pero sin flequillo... y me encantas por eso".
Os dejo el link para que lo echéis un ojo... más o menos así soy yo... con todos los topicazos franceses presentes y con esos ataquitos de locuritas que hacen que la vida sea más divertida.
 
 
 
Que tengáis unos muy felices días de vacaciones!!!
 
Besos,
maria.
 




jueves, 17 de abril de 2014

De mi amiga Monita... y el síndrome Bridget Jones

Este post está dedicado a una persona muy muy especial para mi: la hermana que no tuve biológicamente, pero si de alma. Y no digo su nombre porque, literalmente, me deja de hablar…

La verdad es que no sabía enfocar muy bien este post para que no quedara demasiado emocional (una que es muy moñas, vaya), y ella, sin querer, el otro día me dio la idea sin saber nada. El finde pasado estábamos juntas y me dijo que zapeando en la tele había vuelto a ver “El diario de Bridget Jones” y que le había puesto nerviosa ver que se identificaba por primera vez con muchas cosas de la protagonista.





Yo me moría de la risa, más que nada porque yo he visto varias veces la película y siempre me siento identificada con algo. Por ejemplo: momento Bridget y sus bragas-fajas.

A ver, a una señorita como yo amante de las braguitas de volantitos, plumeti, lacitos y demás cursilerías en general es llegar la visita de su querida amiga “La Menstru” e inmediatamente todas estas preciosidades son sustituidas por culottes que no tienen nada de bonito (por mucho que Mr. B. me diga que estoy preciosa con ellos… como sabe que tengo las hormonas a mil…).

La cuestión es que mi amiga, llamémosle, Monita, estaba preocupada no por su “parecido” con Bridget… sino porque en nada cumple 30 años, y le aterra. Y sinceramente, no lo entiendo, porque esta más guapa que nunca, rebosa felicidad y encima, con cada una de sus cosas, hace que cada día que pasa, los que estamos a su lado la queramos más, y más y más….

Mi amiga Monita es impuntual (mucho!), también es muy cabezona (casi tanto como yo o más), a veces nos sacamos de quicio mutuamente y tenemos peleas en plan Pimpinela (esa infancia nos marcó) que hace que el resto de nuestras amigas tengan miedo de nosotras… Pero nos conocen y saben que estamos a los dos minutos llorando a moco tendido y abrazándonos y diciéndonos lo mucho que nos queremos.





Eso es amor, y para mi, es amor de hermana. Así que mi querida Monita, déjate de miedos, que vas a cumplir 30 maravillosos y estupendos años que ya quisieran muchos para sí. Muchas felicidades, Monita!!!

Besos,
maria.

PD: Si veis que no vuelvo a actualizar el blog es que mi amiga Monita me ha atado a mi versallesca silla rosa y me tiene encerrada en mi casa de rayas. Pero tranquil@s, se le pasará…

miércoles, 9 de abril de 2014

Ese momento del día...

Hace tiempo asistí a una charla que organizaba mi amiga Raquel, que es coach, en la que explicaba en que consistía el coach y como se entrenaba para que cada uno consiguiera sus objetivos.

La verdad es que fue una charla súper interesante en la que todos los que estábamos nos percatamos de que hay cosas que pasamos por alto, considerándolas pequeñas e insignificantes, pero que son muy importantes sin darnos cuenta... Como diría el gran Joan Manuel Serrat: "son aquellas pequeñas cosas..."

Y yo me aprendí en esa sesión que hacía una cosa muy importante para mi bienestar y mi equilibrio interior sin darme cuenta: dedicarme unos minutos al día solo para mi.

Raquel nos explicó que dado al estrés que acumulamos día tras día, con preocupaciones, obligaciones, compromisos,... nos olvidamos de lo más importante: de nosotros mismos. A continuación pidió que levántaramos la mano aquellos que nos dedicábamos unos minutos, aunque fueran pocos, a nosotros mismos cada día. Y yo levanté la mano.

Es cierto. Sin darme cuenta lo hago, y creo que se debe a que es una técnica que he usado desde siempre y no me había percatado hasta ese momento.

Da igual a que hora salga de trabajar, lo cansada que pueda estar, que haya quedado con amigos para tomar algo, que esté con Mr. B o con mi familia... necesito mis momentos de soledad interior en los que pienso en mis cosas sin distracciones de móviles, ni teles, ni nada.

Cada día tengo un tiempo para mi diferente, y cada vez hago algo diferente. Igual me paso media hora probándome ropa que hace años que no me pongo que me paso 15 minutos preparando un bizcocho o lo que más me gusta, tumbarme en el sofá y leer... a ese momento si que no le pongo tiempo... es mi momento preferido y ayer mismo lo hice con una nueva novela que he empezado "¿Dónde estás Bernardette?" (he de hacer una pequeña confesión: estoy con 4 libros a la vez... tengo esa costumbre; necesito leer varios a la vez porque leo muy muy rápido y necesito desintoxicarme a ratos para poder saborearlos... siempre me he preguntado porque me pasará esta cosa a mi...que sé yo).

Quería haceros esta reflexión para que, por muy cansados que estéis o muy estresados, penséis que SIEMPRE podemos rascar unos minutos para nosotros mismos; al fin y al cabo, somos lo más importante que tenemos, no?

Sed felices!!!
Besos,
maria.

martes, 8 de abril de 2014

Entre vestidos de encajes y lazos

Este post no podía faltar en esta pequeñísima parte que ocupo en la blogosfera: mi amor incondicional por los vestiditos y las minifaldas.
 
Sé que este post es el que más esperaban algunas de mis amigas y es que no lo podemos remediar: adoramos los trapitos!!! Pero si somos coquetas y presumidas que le vamos a hacer… pues a disfrutarlo!
 
Si algo me caracteriza es que casi nunca llevo pantalones. Desde que tuve edad de elegir mi ropa (y en eso demostré carácter muy joven) siempre me he resistido a ellos (sé que puede sonar raro, pero es cierto). De hecho, en mi parte del vestidor no tengo ni pantalonero, directamente se lo cedí a Mr. B , y bien que le vino a él que puede acumular todos los pantalones que le venga en gana!
 
En fin, que yo soy de vestiditos y de faldas, y muy cortitas! Me he quedado anclada en el estilo minifaldero que lucía Twiggy en los sesenta, pero he de decir que dada mi baja estatura (mido 1,57m) no queda mal ni demasiado vistoso.
 
Y sobre telas, adoro los vestidos de encaje, los estampados antiguos, los brocados, y los colores… Aunque he de reconocer que a medida que me hago mayor, para el día a día, he aprendido que mi madre tenía razón y que la mezcla del B&W nunca, nunca falla.
Y además, para darle un toque gracioso, lo adorno con lazos en la cabeza, o colgando del cuello, o en forma de cinturón, pero un lazo que nunca fallé en la indumentaria.
En mi opinión, transmiten una imagen tan naïf y cuca que es imposible resistirse…
 
Una pregunta que me hace mucha gente es de donde me compro la ropa y la verdad es que mezclo muchísimo: Zara, H&M, Hoss, Kling, Pepa Loves, Topshop, Asos, Forever21, entre otras, son mis grandes aliadas. Luego también compro en tiendas que me gustan como Lluvias de Abril, El dedal de seda, Oh Lu Lú,… La cuestión es mezclar…
 
Y bueno, hasta aquí una pequeña parte de la ropa que cuelga de mi vestidor. Más adelante hablaré de mi amor acérrimo a los bolsos y sobre mis pequeños hijitos, mis zapatos.
 
Un beso fuerte,
maria.
 

viernes, 4 de abril de 2014

Las rayas de colores: el alma de nuestro hogar

Hay veces que entras en una casa y sientes que estás en un hogar. No por el hecho de que te guste estéticamente, si no porque refleja que es el alma de sus dueños.

En cambio, hay veces que entras en otras y no lo sientes así, y es porque no sientes reflejo de sus habitantes en ella.

Este es un planteamiento que me he hecho desde muy pequeña, y lo notaba principalmente en una cosa: en el olor que desprendía cada hogar. En un mundo de modas, en “estar al día”, en “ir a la última”, muchas veces nos olvidamos de lo más importante: ser uno mismo. Estoy muy filosófica yo hoy pero es lo que pienso. Las modas, los medios de comunicación, las redes sociales y las tendencias nos pueden llegar a influir tanto que podemos llegar a “olvidar” un poquito que es lo que queremos y como queremos hacerlo.

Hablo de esto porque en menos de un mes Mr. B y yo celebraremos un año en nuestro hogar. Un piso que pasó por una reforma integral y a la que sobrevivimos como nunca lo hubiera imaginado, de bien!!! Lo cambiamos todo, desde la instalación eléctrica hasta la las paredes. No es el piso que era en un principio porque es precisamente lo que queríamos: nuestro hogar. Y ya no solo en temas arquitectónicos, sino estéticos. Sabíamos que queríamos suelos de madera oscura, muebles auxiliares antiguos restaurados, pero también otros modernos y blancos para que contrastaran con la madera.

 Además, contamos con una ventaja y es que tener un hogar que da todo al exterior nos hace disfrutar de una luz que es un lujo… y más con el sol de Valencia. Pero si algo primó en nuestras decisiones fue una cosa: queríamos una casa llena de rayas. Que cada estancia tuviera su color propio. Rayas en blanco y en otro color para cada habitación. Fue lo primero que decidimos, y fue algo que pensamos hace muchos años, incluso antes de vivir juntos. Y esto tiene una historia y una fuente de inspiración.

Mientras estudiaba la carrera estuve un año y medio llevando el departamento de comunicación del diseñador valenciano Francis Montesinos. Trabajábamos en su estudio, un precioso piso con jardín privado en la calle Trinitarios (actualmente ya no está allí). Y lo primero que me enamoró solo entre allí fue el salón donde recibía a sus clientes (entre muchísimos otros conocí a mi cantante “papito” Miguel Bosé). Un salón lleno de rayas blancas y azul zafiro y lleno de objetos personales y de espejos. Ese fue un flechazo que nunca olvidaré.

La historia (y la casualidad) es que años después, cuando ya no trabajaba allí, fui a hacerles una de mis habituales visitas y llevé a Mr. B. ; me hacía ilusión que conociera a la gente con la que había trabajado allí y que viera ese maravilloso estudio que tanto me había enamorado. Cuando salimos de allí lo primero que me dijo Mr. B fue “cuando tengamos una casa juntos, quiero que nuestro salón sea así, con esas rayas”. Nunca le había contado mi flechazo, y él también lo tuvo. Era una señal.

Y años después aquí estamos con un hogar en el que todo el salón y estancia principal de la casa es exactamente igual del que ambos nos enamoramos. Esta es una pequeña historia de las muchas que ya tiene nuestra casa de rayas, pero me apetecía contarla porque fue, sin duda, la primera inspiración que tuvimos para nuestro futuro en común.

Que tengáis un genial fin de semana!!!

Besos ,
 maria.

 PD: subiría fotos, pero aún no me aclaro con la tecnología blogger, lo siento. De todos modos, en mi cuenta de Instagram hay fotos colgadas de nuestro hogar. Mi cuenta es @marietacf . Prometo ponerme al día con el tema fotos!!!

martes, 1 de abril de 2014

Simplemente, maria.

Me llamo Maria (sin acento en la ´i´, como lo he escrito siempre desde que tengo uso de razón. Esta es la primera entrada que escribo desde que, hace unos días, decidí reactivar este blog que activé en el año 2011, y quiero presentarme.

Faltan 2 meses y 3 días para que cumpla 30 años, y me encanta! Adoro celebrar mis cumpleaños, y más los 30, que me parecen una edad mágica (como me lo parecieron los 15, los 18, los 20, los 25...), como todas, la verdad. ¿Por qué? Porque soy una entusiasta que se emociona con todas las pequeñas y grandes cosas que pasan. Puede ser por inocencia o porque soy fácil de emocionar, pero disfruto de todas las cosas, por muy insignificantes que sean. Como podéis comprobado con solo dos párrafos, soy bastante rollera... no lo puedo evitar... en mi pueblo, Alzira, decimos que ser así es ser una "romancera". Pues yo lo soy, y mucho :)

Vivo en Valencia, con mi el amor de mis amores y adorado compañero de vida, Mr. B. Nos casamos en junio de 2013 (yo que era de las que pensaba que no me casaría, pues sí, lo hice), y vivimos en un piso lleno de rayas de colores y toques retro que parece sacado de una película francesa de las hermanas Deneuve de los años 60. Adoramos nuestro hogar, reunir aquí a nuestros amigos y a nuestras familias. En mi opinión, es una casa muy `cozy´, pero claro, que voy a decir yo...

Soy periodista y se me ha quedado la espinita de no haber seguido estudiando y haberme sacado la licenciatura de Derecho. Pero lo haré, poco a poco lo conseguiré. Me apasiona la moda, la decoración, la arquitectura y todo lo que tiene que ver con el arte y la estética en general. Quienes estén leyendo estas palabras y me conocen, bien lo saben.

Pero lo que más me gusta del mundo es leer. Me siento en mi sofá Chester con una tazá de té bien calentito y unas galletitas caseras y soy la persona más feliz del mundo. Eso sí, también me apasiona salir y conocer nuevos sitios y nueva gente.

Soy bastante inquieta y curiosa, tal vez por eso me guste tanto viajar. Es una pasión que me ha inculcado mi padre, mi rubio guapísimo que hoy cumple 62 años y que parece que tenga menos de 50. Él es junto a Mr. B y mi hermano, el amor de mis amores. Felicidades papi!!! (por eso lo he dejado para el final).

Y para rematar este post quiero nombrar a mi madre, Pilar. Nunca un nombre le podría hacer tanta justicia a una persona. Ella es el pilar en el que todos nos abrazamos y acurrucamos (mis amigas incluido). Es única, y los que la conocen, también lo saben.

Por hoy termino aquí, con leves esbozos sobre quien soy y de donde vengo. Prometo más post donde contaré más cosas que me gustan o que descubro y me resultan interesantes para compartir en esta blogosfera.

Besos,
maria.