jueves, 17 de abril de 2014

De mi amiga Monita... y el síndrome Bridget Jones

Este post está dedicado a una persona muy muy especial para mi: la hermana que no tuve biológicamente, pero si de alma. Y no digo su nombre porque, literalmente, me deja de hablar…

La verdad es que no sabía enfocar muy bien este post para que no quedara demasiado emocional (una que es muy moñas, vaya), y ella, sin querer, el otro día me dio la idea sin saber nada. El finde pasado estábamos juntas y me dijo que zapeando en la tele había vuelto a ver “El diario de Bridget Jones” y que le había puesto nerviosa ver que se identificaba por primera vez con muchas cosas de la protagonista.





Yo me moría de la risa, más que nada porque yo he visto varias veces la película y siempre me siento identificada con algo. Por ejemplo: momento Bridget y sus bragas-fajas.

A ver, a una señorita como yo amante de las braguitas de volantitos, plumeti, lacitos y demás cursilerías en general es llegar la visita de su querida amiga “La Menstru” e inmediatamente todas estas preciosidades son sustituidas por culottes que no tienen nada de bonito (por mucho que Mr. B. me diga que estoy preciosa con ellos… como sabe que tengo las hormonas a mil…).

La cuestión es que mi amiga, llamémosle, Monita, estaba preocupada no por su “parecido” con Bridget… sino porque en nada cumple 30 años, y le aterra. Y sinceramente, no lo entiendo, porque esta más guapa que nunca, rebosa felicidad y encima, con cada una de sus cosas, hace que cada día que pasa, los que estamos a su lado la queramos más, y más y más….

Mi amiga Monita es impuntual (mucho!), también es muy cabezona (casi tanto como yo o más), a veces nos sacamos de quicio mutuamente y tenemos peleas en plan Pimpinela (esa infancia nos marcó) que hace que el resto de nuestras amigas tengan miedo de nosotras… Pero nos conocen y saben que estamos a los dos minutos llorando a moco tendido y abrazándonos y diciéndonos lo mucho que nos queremos.





Eso es amor, y para mi, es amor de hermana. Así que mi querida Monita, déjate de miedos, que vas a cumplir 30 maravillosos y estupendos años que ya quisieran muchos para sí. Muchas felicidades, Monita!!!

Besos,
maria.

PD: Si veis que no vuelvo a actualizar el blog es que mi amiga Monita me ha atado a mi versallesca silla rosa y me tiene encerrada en mi casa de rayas. Pero tranquil@s, se le pasará…

1 comentario:

  1. Todas tenemos momentos Bridget !!! Debe ser encantadora la señorita Monita :)

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